Estimada Sra. Poignie, hoy hemos tomado posesión de la (aún no puedo decir “nuestra”) casa y mañana la propiedad pasará a estar a nuestro nombre. Sin embargo, hoy ya sentimos como si la casa estubiera hecha especialmente para nosotros. ¡Realmente hizo un trabajo extraordinario! Justo estábamos comentando el buen gusto de la decoración, como si ya nos conociera de antes. Estamos sentados en el patio, admirando la iluminación indirecta y terminando el día con una copa de vino. ¡Muchísimas gracias por todo!